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2017: un año terrible para el lince ibérico

18 de enero de 2018 | Defensa y protección animales

Lince ibérico (iStock)

El recuento del año 2017 no ha sido favorable para el lince ibérico. Un total de 35 de estos animales murieron en España el pasado año. 21 fueron atropellados y, al menos cinco murieron por culpa de los furtivos.

Según la rama española de la ONG World Wildlife Fund (WWF) este ha sido un «año terrible» para el lince a pesar de los avances logrados en la población de esta especie, e insta a terminar con las muertes de estos animales provocadas por causas humanas.

La última de estas muertes data del pasado 26 de diciembre, cuando miembros del proyecto Life Iberance encontraron el cadáver de Niebla, una hembra de lince ibérico incluida dentro del programa de radioseguimiento y liberada el 30 de enero de 2017. En un primer análisis, Niebla no presentaba signos de violencia, pero tras practicarle una necropsia se desveló que el cuerpo del lince tenía dentro «unos 35 plomos», lo que hace constatar que tras su muerte está la mano del hombre.

Sin embargo, WWF sigue destacando los frutos del programa del programa de recuperación y reintroducción de la especie, que ha pasado de contar con más de 475 ejemplares en 2017, cuando en 2002 quedaba menos de un centenar, por lo que su recuperación «no está en peligro» pese a que podría verse ralentizada por estas muertes de origen humano.

En este contexto, el responsable del programa Iberlince de WWF España, Ramón Pérez de Ayala, ve «desesperante» el número de los atropellos en Andalucía. «Hay que empezar a pensar en proyectos específicos no para la conservación de las vías, sino para hacer más ‘verdes’ las infraestructuras», ha precisado. Por ello la ONG denuncia que el Gobierno no ha puesto en marcha las «grandes obras prometidas» a pesar de tener financiación de las autoridades europeas y nacionales y, a nivel autonómico, insta a Andalucía y Castilla-La Mancha a incrementar sus esfuerzos para arreglar carreteras y construir pasos de fauna.

El secretario general de WWF, Juan Carlos del Olmo, ha considerado en declaraciones que es «un escándalo y una vergüenza que sigan muriendo linces en puntos de carreteras denunciados reiteradamente» y ha adelantado que la ONG prevé denunciar a España ante la Comisión Europea por no arreglar los puntos negros para evitar los atropellos.