62 fortunas, más ricas que la mitad del planeta
Oxfam Intermón, coincidiendo con los últimos preparativos de la reunión del Foro Económico Mundial, ha presentado el informe ‘Una economía al servicio del 1%’, en el que se puede observar cómo la brecha entre ricos y pobres aumenta cada año.
Hasta tal punto es así que las 62 personas más ricas del planeta posee el mismo dinero que los 3.600 millones de personas más pobres, o lo que es igual: el 1% más rico de la población tiene más riqueza que el 99% restante.
Este preocupante dato ha ido in crescendo en los últimos años: en 2014, el número de personas más ricas que poseían el dinero era de 80, mientras que en 2010 esta fortuna se concentraba en 388 personas.
Mientras que los más desfavorecidos desde 2010 han disminuido su fortuna en más de un billón de dólares, la parte rica ha aumentado su fortuna en un 44%. Esto significa que los ingresos de la mitad más pobre ha aumentado menos de tres dólares al año en los últimos 25 años.
Oxfam Intermón también advierte de la existencia de cifras millonarias en paraísos fiscales. En concreto, estima que habrá unos 7,6 billones de dólares ocultos en estos países y considera que esto «tiene efectos dañinos para la sociedad». De hecho, ha analizado a varias de las empresas más grandes del mundo y ha constatado que nueve de cada diez tiene presencia en paraísos fiscales.
El informe también alarma de la desigualdad que suponen estos datos, la ONG considera que «la desigualdad económica debilita el crecimiento y la cohesión social » y añade que «son los más pobres los que sufren las consecuencias».
Pero la desigualdad no es sólo cosa de ricos y pobres, en este informe también se puede comprobar cómo sólo 9 de las 62 fortunas que amasan el dinero del mundo pertenecen a mujeres y cómo, de las grandes empresas del mundo, solamente 24 están dirigidas por mujeres. Esto evidencia la desigualdad de género que hay en el mundo.
Oxfam finaliza su informe haciendo algunas propuestas para que esta desigualdad extrema se reduzca. Entre ellas: pagar a los trabajadores un sueldo digno que haga que se reduzcan las diferencias entre éste y el salario de los directivos, fomentar la igualdad económica y los derechos de las mujeres, distribuir el esfuerzo fiscal de forma equitativa, etc,
