La alerta por desnutrición en Somalia no cesa
Pese a la lucha de numerosas organizaciones humanitarias por poner fin a los cuatro años consecutivos de desnutrición en Somalia a consecuencia de la sequía, el problema sigue persistiendo. Diariamente mueren adultos y niños debido al grave estado de salud que atraviesan. Acción contra el Hambre señala que en apenas seis meses se ha duplicado el número de infantes desnutridos en sus centros y uno de los principales motivos es que apenas se han conseguido el 37% de los fondos que se consideran necesarios para poner en marcha estrategias de ayuda.
En total se contabilizan alrededor de 3,2 millones de personas que necesitan de ayuda alimentaria de emergencia. Día a día se deteriora la situación de muchísimas familias y los fondos de emergencia no terminan de llegar. “La tasa de niños de menos de cinco años admitidos en nuestros programas de nutrición y salud ha incrementado más del doble en comparación con 2016”, explica Aurélie Ferial, portavoz de la ONG en Somalia.
Una de las regiones más afectadas está siendo Bakool, en la arte oeste del país. “La desnutrición en la zona afecta al 22% de los habitantes y la desnutrición aguda severa, su peor manifestación, del 5%”, añade Ferial. La Organización Mundial de la Salud establece el umbral de emergencia en el 15% para la desnutrición en términos generales y entre el 2 y el 3% para la aguda severa. Esto supone que en el caso de Somalia la realidad es crítica y hay que reunir los recursos necesarios para proponer soluciones.
Los somalíes ven una salida en dejar sus hogares y buscar oportunidad en otras áreas del país, algo que agrava la situación de muchos. La sequía, la pobreza y la inseguridad ha llevado a más de 1,8 millones de personas a optar por el exilio para buscar ayuda. “Nos encontramos en una situación de emergencia, agravada por la falta de fondos para la respuesta humanitaria”, explican desde Acción contra el Hambre.
La organización apunta que apenas se han conseguido el 37% de los recursos necesarios para dar respuesta a lo que ocurre en Somalia. Apuntan que, de no hacerse nada al respecto, la tasa de mortalidad aumentará. “Comunidad internacional, gobiernos y donantes deben hacer frente a esta emergencia”, concluyen.