Acción contra el Hambre, por una mayor visibilización de la desnutrición infantil en Filipinas
Este julio se está conmemorando el Mes Nacional de la Nutrición y de la Sensibilización sobre los Desastres en Filipinas, una ocasión que Acción contra el Hambre quiere aprovechar para llamar la atención en relación a los graves problemas que sufre este país en el que actúa desde hace años. El objetivo, señalan desde la ONG, es que todas las personas tengan las mismas oportunidades de salir adelante, especialmente en situaciones de emergencia ante el azote de catástrofes naturales.
Filipinas está en el punto de mira de todo el mundo, o debería estarlo, no cabe duda, pues se trata del tercer país más expuesto a las catástrofes según recoge un interesante informe, el bautizado como ‘World Risk Report’ en su edición de 2015. Los más recientes acontecimientos han tenido entre sus efectos que a día de hoy se trate de una de las regiones del Sudeste Asiático con una desnutrición infantil aguda más pronunciada y con un índice de desnutrición crónica realmente grave.
Acción contra el Hambre es una de las organizaciones que lucha en el terreno contra tal realidad y fruto de estos trabajos está un dato a tener en cuenta que invita al optimismo: la desnutrición infantil entre los filipinos va bajando poco a poco. La entidad considera que una de las claves es generar resiliencia entre la población, de manera que sepan afrontar de otra manera las crisis alimentarias y la desnutrición que llevan aparejadas las catástrofes.
¿Cómo llega a ese punto la organización? El equipo de profesionales y voluntarios están implantando medios de vida más resistentes y dotando a las comunidades y familias de mejores recursos: agua, saneamiento, higiene, actividades de adaptación al cambio climático, protección social (transferencias monetarias, micro-seguros, etc.)
Desde la entidad también están apostando por llamar la atención de los gobernantes. En concreto han realizado un llamamiento a Rodrigo Duterte, presidente de Filipinas, para abordar las causas del cambio climático. Se le piden medidas para mitigar su impacto y para que se dé una adaptación de la población al medio lo más rápidamente posible. El Gobierno filipino debería aumentar el presupuesto destinado a programas nutricionales y a la gestión y reducción de los riesgos de desastres.