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AI asegura que más de un centenar de personas han muerto en EE UU tras sufrir descargas de electrochoque

16 de septiembre de 2015 | Todas

EP/Madrid
Amnistía Internacional (AI) pidió este martes a los organismos encargados de hacer cumplir la ley en Estados Unidos que suspendan el uso de las armas Taser de electrochoque hasta que se lleve a cabo una investigación independiente, rigurosa e imparcial sobre sus efectos, ya que desde junio de 2001 más de 150 personas han muerto en el país tras recibir descargas múltiples o prolongadas de este instrumento.

Con motivo de la presentación del informe ‘EEUU: continúan las preocupaciones de Amnistía Internacional por el uso de Taser’, la organización expresó su preocupación por el importante incremento que se produce cada año de las muertes relacionadas con estas armas y por la falta de un estudio independiente y riguroso sobre los efectos que los dispositivos de electrochoque tienen para la salud.

Asimismo, lamenta el hecho de que, a pesar de estas preocupaciones sobre seguridad, las armas Taser continúen utilizándose en Estados Unidos como instrumento habitual de fuerza, y no como último recurso y en sustitución de medios letales, y advierte de que el uso excesivo de las armas Taser equivale, en algunos casos, «a tortura o trato cruel, inhumano o degradante».

«El aumento del número de muertes de personas que han recibido descargas de armas Taser hace que sea más urgente que nunca la necesidad de una investigación completa, independiente y rigurosa», afirmó directora del Programa Regional para América, la Susan Lee.

Según el informe, más de 150 personas han muerto en Estados Unidos tras recibir descargas de armas Taser desde junio de 2001 -sólo en 2005 el número fue de 61-, y la cifra continúa aumentando. La mayoría de los fallecidos fueron sometidos a descargas múltiples o prolongadas.

Si bien en la mayoría de los casos se ha continuado atribuyendo la muerte a otros factores, como «delirio con excitación» asociado con intoxicación por drogas o lucha violenta, en 23 casos los médicos forenses han indicado el uso de armas Taser como causa de la muerte o factor que contribuyó a ella.

Las Taser son unas armas eléctricas potentes que utilizan más de 7.000 de los 18.000 organismos encargados de hacer cumplir la ley en Estados Unidos. Están diseñadas para incapacitar, al transmitir al cuerpo de un individuo descargas eléctricas de 50.000 voltios. Este voltaje induce espasmos musculares que inmovilizan e incapacitan al individuo, haciéndolo caer al suelo.

En noviembre de 2004, Amnistía Internacional publicó un exhaustivo informe sobre sus preocupaciones respecto al uso de armas Taser en Estados Unidos. En este informe la organización pedía que se suspendiera su uso y transferencia hasta que se realizara un estudio independiente, riguroso e imparcial.