Antes la pena de muerte que el tabaco en edificios públicos
EP/Madrid
Un porcentaje muy elevado de la sociedad española, un 35,8 por ciento, justificaría una hipotética instauración de la pena de muerte para castigar delitos muy graves. Como contrapunto, algo hasta hace poco tan habitual como fumar en un edificio público sólo sería tolerado por un 23,5 por ciento. Estos datos se desprenden del estudio «Valores Sociales y drogas, 2010», realizado por la Federación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD).
La investigación, realizada con la colaboración de Obra Social Caja Madrid y el Plan Nacional sobre Drogas, ha contado con la participación de más de 1.200 personas de 15 a 64 años de toda España con el objetivo de «entender el funcionamiento de la sociedad y delimitar tendencias en torno a la realidad y a la percepción que tienen de la misma los españoles», ha explicado el director técnico de la FAD, Eusebio Megías.
De este modo, y en comparación con los datos del último estudio realizado por la FAD en 1999, la aceptación de la pena de muerte como castigo para delitos graves ha crecido un 1,18 por ciento entre los españoles, un incremento que incluso es mayor entre los jóvenes (de 15 a 24 años), donde la justificación ha aumentado un 1,48 por ciento.
Respecto a los valores sociales de los españoles, los responsables del estudio señalan que se mantiene «un panorama estable» en relación con la anterior investigación, registrándose una mayor tolerancia o aceptación de todo aquello que se entiende como comportamientos en el ámbito de lo privado y rechazo a las conductas legalmente sancionadas.
Así, ha aumentado la tolerancia hacia las relaciones homosexuales (un 1,49% más), el 44,4 por ciento de los encuestados las acepta y justifica; ha crecido la aceptación de la eutanasia, que defiende el 60 por ciento (+1,17%) y del aborto (+1%) que apoya el 54,2 por ciento. Por el contrario, el único ámbito «relativo a lo privado» que no mejora su tolerancia es el suicidio (+0,14%) e incluso baja entre los jóvenes menores de 24 años (-0,77%).
«JUVENILIZACIÓN» DE LOS VALORES
En lo referente a los valores «finalistas», el director técnico de la FAD ha explicado que «se ha producido en los últimos años una juvenilización de los mismos», es decir, «aquellos valores que antes se criticaban y atribuían a los jóvenes, ahora los están asumiendo personas de todas las edades». Entre estos valores, destacan «arriesgarse por cosas nuevas», «vivir sin pensar en el mañana» o «disponer de mucho tiempo de ocio».
Cómo «farolillo rojo» de la lista de valores más aceptados por los españoles se encuentra la política y la religión. De este modo, el único valor que bajó significativamente su puntuación fue el interés por cuestiones religiosas.
En concreto, los encuestados le otorgaron una importancia de 3,83 puntos sobre 10 (-0,64), algo que, en opinión de Megías, evidencia «la caída libre» que experimenta la religión en la escala de valores de los españoles. La política, con un 4,56 de media, experimentó por contra un ligero repunte de 0,47 puntos en la última década.