Ayuda en Acción acerca las historias de la sequía de Kenia
Los Maasai son uno de los grupos más pobres que habitan Kenia. La mayor parte de su ganado ha muerto debido a la sequía que padecen desde hace meses. ActionAid, organización con la que Ayuda en Acción trabaja en Kenia, distribuye ayuda en seis puntos en la zona, donde las mujeres acuden para recoger la comida que posteriormente ellas mismas se encargan de repartir.
Los Maasai viven en tribus nómadas compuestas por entre 12 y 20 familias. Los hombres viajan desde el Valle del Rift hasta Tanzania para encontrar pastos frescos para su ganado. Debido a la sequía, la mayor parte de los hombres han tenido que ir lejos en busca de agua y comida para los animales, dejando solos temporalmente a sus mujeres e hijos quienes deben arreglárselas por sí mismos.
Con el objetivo de mitigar los efectos de la sequía, ActionAid está distribuyendo ayuda en seis puntos en la zona, donde las mujeres acuden para recoger la comida. Recibirán maíz, alubias, harina y aceite para cocinar.
Del mismo modo, la ayuda de emergencia de ActionAid continuará apoyando las escuelas de la región, proveyéndolas de agua potable, haciendo campaña para detener la discriminación contra las niñas que acuden al colegio y construyendo más escuelas en el área. ActionAid proporcionará también tanques de agua, que permitirán almacenar este recurso durante el periodo de lluvias para que puedan ser utilizadas por toda la comunidad.
Historias de la sequía
Matthew Mgala, de treinta años, es profesor en la escuela primaria de Oldonyo, en la región de Narok en el Valle del Rift. Su escuela fue escogida, por su localización, como uno de los puntos de distribución de comida.
Matthew está ayudando a distribuir comida para los chicos de las escuela y sus familias. Un total de 130 niños asisten a la escuela donde él trabaja. Algunos de estos estudiantes viven aquí en régimen de internos, debido a las largas distancias que deberían recorrer de otro modo, para llegar al centro. Con un 80% de analfabetismo en la zona, los niños que tienen esta posibilidad son afortunados.
El último mes hemos vivido una situación dura. La sequía ha sido mala, incluso la vuelta de los alumnos ha sido muy baja debido a que sus familias habían emigrado lejos buscando agua. A día de hoy, han vuelto ya el 80% de los alumnos debido a que en las últimas semanas ha llovido de forma breve, lo que ha permitido distribuir algo de comida. Los niños están muy contentos. La comida ha supuesto una gran diferencia. Antes ellos no tenían esperanza y solían venir aquí a pedir.
La ayuda de ActionAid ha traído un mensaje de gran esperanza. De momento la gente aquí depende de las donaciones de comida ya que los habitantes de la zona dependen de su ganado para su subsistencia y durante la sequía la mayoría del ganado ha muerto.
Kimere Nampaso, de 25 años, está ayudando a organizar la distribución de comida en el colegio de primaria de Oldonya, en la región del Valle del Rift. Su clan está compuesto por 20 familias y ella tiene una hija de 10 años que asiste a la escuela.
Cuando la ayuda alimentaria comenzó a llegar, nosotros organizamos un comité y seleccionamos gente para distribuir la comida. Trabamos con las mujeres para estar seguros de que se lleva a cabo una distribución justa de la comida. Hay un gran problema con el hambre en esta zona. La gente ha estado muriendo y también sus animales. La vida no se ha portado bien con nosotros y ha sido especialmente duro para los más jóvenes y los ancianos.
Yo estoy feliz por poder jugar un papel en la distribución de comida. El hecho de que mujeres y niñas estén tomando este papel es muy importante. Las mujeres saben cómo identificar las familias que realmente necesitan ayuda.