Bengkala: el pueblo que ha aprendido a comunicarse con los sordos
Las campañas de sensibilización para favorecer la inclusión no hacen falta en todos los lugares del mundo, algo que realmente nos conmueve. Un ejemplo de ello es el caso de un pueblo en Indonesia llamado Bengkala.
Este pequeño municipio no dista mucho de cualquier otra aldea de Bali. Mujeres trabajadoras que transportan sobre la cabeza cestos de fruta y leña, ancianos con pareo y sandalias, motos circulando por las pequeñas calles con olor a incienso, puestos callejeros…Pero Bengkala presenta una particularidad y es que el 2% de la población padece sordera. Por lo tanto, de los 2.000 habitantes, 46 no oyen.
La causa de la sordera es que se trata de una mutación autosómica recesiva en el locus DFNB3 que se traduce en una sorda profunda, según la revista Nature. En Bengkala quien no pertenece una familia totalmente sorda, tiene un hermano, hijo o amigo sordo.
Ante esta situación los habitantes derribaron las barreras comunicativas que podrían llegar a construirse. Para ello, los vecinos decidieron aprende la lengua de signos, convirtiéndose así en una sociedad bilingüe y ante todo solidaria.
Los sordos de Bengkala no padecerán ninguna desigualdad gracias a la colaboración del pueblo para aprender el lenguaje de signos. La iniciativa ha mostrado que los aldeanos tiene un corazón gigante y muchos países deberían aprender de ellos y erradicar las desigualdades. En el resto de países se promueve mucho la teoría para la inclusión social, pero muy pocas veces se pone en marcha.