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Cada semana mueren cerca de 40.000 personas debido a la calidad deficiente del agua y la carencia de un sistema de saneamiento básico

16 de septiembre de 2015 | Todas

Madrid (20/03/2008). Con motivo del Día Mundial del Agua, Intervida quiere recordar que, según datos de Naciones Unidas, unos 2.600 millones de personas –entre ellas, cerca de 980 millones de niños– carecen de un sistema de saneamiento básico, en torno al 40% de la población mundial. La falta de acceso a agua salubre y saneamiento adecuado es una amenaza para la salud. De hecho, la Organización Mundial de la Salud calcula que cada año se producen más de dos millones de muertes atribuibles a la insalubridad del agua y a las deficiencias de saneamiento e higiene, el 90% entre menores de 5 años. Por ello, Intervida trabaja en todos los países en los que está presente no sólo facilitando sistemas de saneamiento, sino también a través de actividades de prevención y capacitación en escuelas, familias y comunidades.

Abrir un grifo o ducha o utilizar un inodoro es para muchas personas una acción cotidiana. Sin embargo, hoy en día, todavía millones de personas no cuentan con acceso a ningún tipo de instalación mejorada de saneamiento. Esta situación afecta a las poblaciones con mayores índices de pobreza, especialmente en las áreas rurales de los países en desarrollo, donde sólo un 31% de los habitantes gozan de servicios mejorados de saneamiento, frente a un 73% en las zonas urbanas. Los mayores perjudicados por estas carencias son los niños, que contraen enfermedades, en demasiados casos irreversibles.


Según datos de la OMS, 1,6 millones de personas mueren cada año debido a enfermedades diarreicas; un 90% de esas personas son niños menores de 5 años (5.000 niños mueren cada día), principalmente procedentes de países en desarrollo. Si se tiene en cuenta que un 88% de las enfermedades diarreicas son producto de un abastecimiento de agua insalubre y de un saneamiento e higiene deficientes, y que la mejora del saneamiento reduce la morbilidad por diarrea en un 32%, no es de extrañar que 2008 haya sido declarado por Naciones Unidas como el Año Internacional del Saneamiento. Pero aún hay más: las medidas de higiene, entre ellas la educación y la insistencia en el hábito de lavarse las manos, pueden reducir el número de casos de diarrea hasta en un 45%.


Otras enfermedades, como las esquistosomiasis o las parasitosis también pueden ver reducida su incidencia en la población si se trabaja en la mejora de las condiciones de saneamiento. Para reducir los factores de riesgo de estas enfermedades es muy importante facilitar el acceso a cantidades suficientes de agua segura y a instalaciones para la disposición sanitaria de excretas, pero no basta con eso. Se ha demostrado que una de las medidas más eficaces pasa por promover prácticas seguras de higiene y capacitar a las poblaciones en hábitos saludables.


Conscientes de todo ello, los equipos de Intervida llevan a cabo en todos los países en los que la organización está presente diversas intervenciones relacionadas directa e indirectamente con contenidos de saneamiento, su incidencia con aspectos de salud, de recursos ambientales y de educación. Por un lado, se realizan capacitaciones en higiene y buenas prácticas sanitarias, entre los escolares, los padres y madres de familia y el resto de los miembros de la comunidad. Se abordan cuestiones como la higiene personal y del hogar, la prevención de enfermedades gastrointestinales e infecciones respiratorias, el manejo adecuado del agua para consumo humano, las técnicas de potabilización del agua, el manejo adecuado de excretas y los desechos sólidos en el hogar. Además, se trabaja con el personal sanitario y los docentes de las escuelas actualizando y complementando sus conocimientos en materias como higiene personal, disposición de la basura, disposición de excretas, cuidado del medio ambiente y prevención de las principales enfermedades relacionadas con la ausencia de sistemas de agua y saneamiento. Durante 2007 se han realizado más de 1.000 capacitaciones en escuelas, familias y comunidades.