El futuro de los indígenas de Brasil pende de una decisión judicial
Los pueblos indígenas de Brasil atraviesan uno de los momentos más vulnerables de su historia. El cambio climático y la escasez de recursos naturales, ha llevado a muchas grandes empresas del agronegocio y el mercado energético a fijar sus ojos en las tierras ocupadas por los indígenes brasileños, vulnerando la propia Carta Magna del País. Al menos 19.000 residentes en la Tierra Indígena Raposa Serra do Sol están pendientes de una decisión del Tribunal Supremo de Brasil para permitir o no que seis arroceros latifundistas «ocupen» sus tierras. De ser así, caería por tierra la decisión del presidente brasileño Lula Da Silva de reconocer a este pueblo en 2005 y se establecería un mal precedente, no sólo para los indígenas de Raposa Serra do Sol, sino también para los del resto del país.
El próximo mes de agosto, el Supremo Tribunal Federal de Brasil decidirá si permite a seis latifundistas arroceros permanecer en la Tierra Indígena Raposa Serra do Sol, reconocida por el presidente Lula en 2005, y donde viven más de 19.000 indígenas de los pueblos Macuxi, Wapixana, Taurepang, Patamona e Ingarikó. Si la decisión favorece al agronegocio se creará un precedente que pone en riesgo no sólo Raposa Serra do Sol, sino todas tierras indígenas demarcadas en Brasil hasta el momento, que podrán ser cuestionadas, revisadas y ambicionadas por los latifundistas.
Si por el contrario, el Supremo se decanta a favor de los indígenas, se espera una reacción violenta por parte de los arroceros y los políticos locales hacia las comunidades indígenas. El pasado mes de mayo, pistoleros del latifundista Paulo César Quartiero, quemaron puentes, incendiaron aldeas y dispararon e hirieron a un grupo de indígenas en la comunidad Dez Irmaos. La permanencia de los latifundistas amenaza también el medio ambiente. El Instituto Brasileño de Medio Ambiente (IBAMA) en Roraima ha constatado graves alteraciones del curso de ríos y lagos por parte de los arroceros, así como el envenenamiento de agua y fauna por la utilización de los agrotóxicos.
La ONG Pueblos Hermanos y la empresa de comunicación CIPÓ, se han unido para llevar a cabo una campaña de concienciación a nivel internacional sobre la desprotección en que se encuentran los pueblos indígenas de Brasil, incluso cuando la ley ha reconocido sus derechos.
“Brasil vive un momento crucial en la lucha por la tierra. Los latifundistas buscan tierras para ampliar las extensiones del agronegocio por encima de los derechos indígenas reconocidos en la Constitución brasileña”, afirma Sonia Ortega, responsable de Educación para el Desarrollo de la ONG Pueblos Hermanos. “Se trata de una lucha entre dos modelos económicos: el que explota la naturaleza buscando la rentabilidad económica y el que ve la tierra como algo sagrado y usa los recursos de manera sostenible”