El Gobierno planea reducir los objetivos de energías renovables
Según el estudio [R]evolución Energética: una perspectiva energética mundial sostenible, presentado hace poco por Greenpeace en colaboración con el Consejo Europeo de la Energía Renovable (EREC), el sector de las energías renovables podría producir, por sí sólo, 8,5 millones de empleos para el año 2030. A pesar de estos datos, el Gobierno español se muestra reacio a cumplir con los objetivos que se marcó a principios de año al respecto.
Greenpeace pide al Gobierno que el objetivo de electricidad renovable para 2020 sea al menos de un 50%, como paso intermedio imprescindible para alcanzar un 100% renovable antes de 2050. Sin embargo, el borrador del Ministerio de Industria rebaja los objetivos de energía renovable para 2020 al 40% del consumo final bruto de electricidad, y al 38,2% de la producción bruta de electricidad, cuando en el borrador que presentó en diciembre en Bruselas planteaba que esta cifra sería un 42,7% (objetivo que se mantenía en el conocido como «mix de Zurbano»).
En cuanto a los objetivos de energía total, Greenpeace propone que en 2020 al menos un 30% de la energía final consumida sea renovable, mientras que el plan del Ministerio se queda en un 22,7%.«Si aprueba este borrador, Zapatero estará despreciando una oportunidad histórica para España de liderar una revolución energética basada en las renovables», ha declarado José Luis García Ortega, responsable de la campaña Cambio climático y Energía de Greenpeace España. «Al rebajar los objetivos de electricidad renovable, el ministro Sebastián está demostrando que es cautivo de los intereses de las grandes eléctricas, pues todo lo que se deje de hacer con renovables se hará con fuentes tan contaminantes y sucias como el carbón, el gas o la nuclear».
La rebaja más llamativa de la actual propuesta del Gobierno recae sobre la energía solar, en todas sus formas. De un total de 15.685 MW de energía solar en el «mix de Zurbano», ahora el plan se queda en 13.446 MW (es decir, 2.239 MW menos). También la energía eólica marina perdería otros 2.000 MW. Greenpeace considera que España debería hacer una apuesta clave por la energía solar, tanto termoeléctrica (ya que es totalmente gestionable, es decir, permite adaptar su producción a las necesidades de la demanda y de las otras formas de generación variables) como fotovoltaica (gracias a la cual todos los edificios podrían ser autosuficientes en energía).
Otra de las debilidades del plan del Ministerio está en la eficiencia energética. Aunque el consumo de energía final en 2020 se reduciría en un 5,7% respecto a 2005, esto queda muy lejos del objetivo europeo del 20%.
«Haciendo menos renovables, como quieren el Gobierno y las eléctricas, crearemos menos empleo y dejaremos en el paro a decenas de miles de trabajadores», ha añadido el portavoz de Greenpeace.