El Gobierno prorroga la participación de las FAS en operaciones de paz
España quiere colaborar en la paz y estabilidad mundiales y considera que las Fuerzas Armadas son el mecanismo idóneo para materializar sus deseos. Así se desprende de la decisión del Ejecutivo español de prorrogar en un año la participación de las Fuerzas Armadas en operaciones de paz, fijar en 3.000 el máximo de soldados españoles en el exterior y establecer que, si se activan los Grupos de Combate de la UE o de la OTAN, el Ejecutivo solicitará autorización previa a las Cortes.
Además, el Ejecutivo acordó prorrogar, también hasta el 31 de diciembre del 2006, la autorización del despliegue de un máximo de 50 observadores militares a disposición del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, para contribuir a misiones de ayuda humanitaria, operaciones de paz y gestión de crisis que realicen aquellas organizaciones internacionales a las que pertenece España.
Con esta medida el Gobierno pone de manifiesto su confianza en la Fuerzas Armadas para llevar a cabo operaciones de cooperación y solidaridad, dentro de la colaboración en la paz y estabilidad mundial que lleva a cabo el Gobierno.
El Ejecutivo estableció los efectivos que se ponen a disposición de los Grupos de Combate de la Unión Europea durante el primer semestre del 2006 y de la Fuerza de Respuesta de la OTAN hasta el 31 de diciembre del 2006 y decidió solicitar a las Cortes Generales autorización previa, en el caso de que se decidan activar estas fuerzas, tal y como dispone la Ley Orgánica de Defensa Nacional aprobada recientemente.
En la actualidad, cerca de 2.500 soldados españoles participan en operaciones de mantenimiento de la paz, reconstrucción y ayuda humanitaria en Haití, Bosnia, Kosovo, Afganistán y Pakistán, país en el que la misión del contingente militar español finaliza el próximo 11 de enero.
Además, España también mantiene veintinueve observadores militares desplegados en Haití, Balcanes, Kosovo, Sudán, Congo, Etiopía e Indonesia.