El trabajo infantil sigue afectando a más de 218 millones de niños
EP/Madrid
Coincidiendo con la Copa Mundial de Fútbol, la Organización Internacional
del Trabajo (OIT) ha decidido sacar una ‘tarjeta roja’ al trabajo infantil -que
a día de hoy continúa afectando a más de 218 millones de niños- como parte de
una serie de actividades contempladas para conmemorar el Día Mundial contra el
Trabajo infantil que se celebra este lunes.
El pasado mes de mayo, la
OIT publicó su último informe acerca de esta lacra social bajo el esperanzador
título ‘La eliminación del trabajo infantil, un objetivo a nuestro alcance’ en
el que señala una reducción del 11% en el trabajo infantil entre 2000 y 2004,
especialmente en América Latina y el Caribe.
El conocido ex jugador de
fútbol camerunés Roger Milla, así como personalidades vinculadas al mundo del
deporte y laboral estarán presentes en las actividades organizadas en Ginebra
-sede de la OIT- para pedir la eliminación del trabajo infantil en el marco de
la campaña de la ‘tarjeta roja’, que bajo el patrocinio de la FIFA, ha sido
difundida a millones de personas desde su lanzamiento en 2002.
Producción de balones en Pakistán
En Sialkot, Pakistán,
donde el Programa Internacional para la Eliminación del Trabajo Infantil (IPEC)
ha estado trabajando para erradicar el trabajo infantil en la industria de
elaboración de los balones de fútbol con el apoyo de socios como FIFA, este año
se conmemora el Día Mundial y su cercanía al Mundial con el primer juego de
fútbol enmarcado en un programa de la OIT y la FIFA para defender los derechos
de los niños.
En 1996 los sindicatos contribuyeron a dar a conocer la
incidencia del trabajo infantil en el sector de la producción de balones de
fútbol en Pakistán. Desde 1997, la OIT ha colaborado con el Gobierno de
Pakistán, la FIFA, la Federación Mundial de la Industria de Artículos Deportivos
(WESG), los sindicatos, los fabricantes, la organización Save de Children y ONG
para poner fin a la situación de más de 7.000 niños que trabajaban cosiendo
balones.
En este sentido y una vez que los supervisores del IPEC no
encontraron más casos de trabajo infantil en los centros de cosido, en mayo de
2002 se creó una asociación independiente de vigilancia y seguimiento del
trabajo infantil (IMAC), que comenzó a funcionar en marzo de
2003.
Actualmente, el Gobierno del distrito dedica cerca del 70% de su
presupuesto a la educación y ha aprobado una resolución para convertir a Sialkot
en una zona libre de trabajo infantil. Según la OIT, «las lecciones aprendidas a
partir de esta iniciativa, entre las cuales figura la elaboración por la FIFA de
un módulo sobre balones de fútbol que forma parte de los esfuerzos de
rehabilitación, se repetirán dentro del propio Pakistán, en el resto de la
región y en todo el mundo».
«Muchos creen que el trabajo infantil siempre
estará con nosotros», dijo el director general de la OIT, Juan Somavia. «Pero la
movilización mundial contra esta práctica ha demostrado que están equivocados.
Ese es el significado de sacarle simbólicamente la tarjeta roja al trabajo
infantil, no es sólo un gesto, es una manera de resaltar esta lucha por el
derecho de cada niño a vivir su infancia».
Reducción del trabajo
infantil al 11%
Según informó el director de la Oficina de la OIT en
España, Juan Hunt, el número de niños trabajadores de entre 5 y 17 años pasó de
246 millones en 2000 a 218 millones en 2004, lo que representa un descenso del
11%. En el caso de los niños de esta edad atrapados en las formas más peligrosas
de trabajo, se pasó de 171 a 126 millones, lo que equivale a una disminución del
26, siendo ésta más acusada si se contempla la franja de edad de entre 5 y 14
años, llegándose así a una caída del 33%, explicó Hunt.
Por sexos, el
problema del trabajo infantil afecta a ambos por igual, aunque quizá en mayor
medida a los varones. Así, según los datos de la OIT, se calcula que hay unos 53
millones de niñas de 12 años que trabajan en el mundo, 20 de ellas en puestos
muy peligrosos. Cuanto menores son las niñas, mayor es la tasa de trabajo entre
ellas ya que «empiezan a trabajar antes porque no van a la escuela» pero, a
medida que crecen «se quedan ejerciendo las tareas del hogar en la propia casa»,
añadió.
Por sectores, la agricultura emplea a siete de cada diez niños
que trabajan en el mundo, mientras que el 22% están empleados en el sector
servicios (venta, restaurantes, hoteles, transportes…) y sólo el 9% en el
industrial, en el que se incluye la minería, la manufactura, la construcción y
los servicios públicos (electricidad, agua y gas), según datos del IPEC.
En su informe ‘La eliminación del trabajo infantil, un objetivo a
nuestro alcance’, la OIT destaca que en la región de América Latina y el Caribe
es en la que se ha producido un «descenso más significativo». Aquí, se ha
producido un descenso notable de casi dos tercios pasando de 17,4 a 5,7 millones
de niños trabajadores de entre 5 y 14 años en el periodo estudiado, lo que sitúa
la tasa actual en el 5,1% del total de la población infantil de la región, según
datos de la organización.
Asimismo, en la región de Asia-Pacífico, donde
se encuentran la mayoría de los menores de edad que trabajan, también se ha
registrado un leve descenso y se ha pasado de 127,3 a 122,3 millones, lo que
representa aún el 18,8 del total de población de entre 5 y 14 años de esta
región.
Por otro lado, la cruz del informe la representa la región del
Africa Subsahariana donde el aumento de la población infantil en el periodo
2000-2004 ha venido acompañada de un leve aumento de niños que trabajan (de 48 a
49,3 millones) si bien estos representan ahora un porcentaje menor (26,4 frente
al 28,8%). Esta tasa supone la más elevada a nivel mundial y en este caso
concreto una de las razones que explican esta situación es la alta incidencia
del sida en la región, que deja a millones de niños huérfanos, empujándoles
inevitablemente a trabajar para subsistir.