España ya está preparada para acoger a 875 refugiados
España acogerá a 875 nuevos refugiados sirios el próximo año, según ha informado el ministro de Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz, en Luxemburgo la mañana pasada.
El ministro en funciones ha defendido que el país ya está en condiciones de acoger a los que huyen de la guerra siguiendo los programas europeos de reubicación y reasentamiento. Por tanto, España se ha propuesto cumplir todos los compromisos a pesar de que los datos oficiales indiquen lo contrario.
Las palabras del Jorge Fernández Díaz en la Comisión Europea han sido esperanzadoras, ya que esto supondrá que 374 sirios abandonen los campos de refugiados del Líbano y cambien su destino, cumpliendo así la cuota del año que es de 1.449 refugiados. Además ha añadido que «vamos a mostrar nuestra disponibilidad para 500 reubicados más, 400 de Grecia y 100 de Italia”.
Esta bienvenida a los refugiados sitúa a España en el segundo o tercer estado con más reubicaciones de la Unión Europea, ya que en 2016 el país habrá recibido, entre requerimientos de Dublín y peticionarios, un total de 20.000 peticiones de asilo que actualmente se están tramitando. El ministro ha defendido que “pese al nivel de paro somos un país solidario y de acogida”.
El programa de reasentamiento fue propuesto por la Comisión Europea en el año 2015 y por el cual los Estados Miembros acogerían 22.000 personas del Líbano, Jordania o Turquía. Evitando de esta forma que los refugiados entraran de forma irregular por tierra o por mar jugándose la vida.
El segundo programa que presentaron fue el de reubicación, el más polémico. La Comisión con este plan pretendía que todos los socios europeos tuvieran cuotas obligatorias para redistribuir a 160.000 refugiados que habían llegado malamente a Europa, especialmente a Grecia, Italia y Hungría. Este punto supuso la división de la Unión Europea en diferentes posiciones y la puesta en peligro de la libre circulación. Hungría, Eslovaquia y Austria son los países que más destacan en estas decisiones, ya que se negaron acoger a los refugiados, se negaron a ayudar a aquellas familias que huía de la guerra en busca de paz. Los dos primeros incluso han llegado a denunciar la decisión que mediante aprobación se votó en el Consejo Europeo.