Greenpeace alerta de la llegada a Europa de arroz transgénico de China
Greenpeace Internacional alertó a Francia, Alemania y Reino Unido de la posible entrada en sus fronteras de arroz genéticamente modificado procedente de China por lo que solicitó a los países afectados que tomen medidas para proteger a los consumidores ya que este alimento podría provocar importantes problemas de salud.
Las ONG Greenpeace y Amigos de la Tierra analizaron en Reino Unido muestras de arroz, descubriendo en algunos casos una sustancia desconocida en el mundo. Un miembro de Greenpeace Internacional, Jeremy Tager, señaló que «estas conclusiones son espantosas y deberían provocar respuestas de alto nivel». «Los consumidores no deben ser abandonados», proclamó.
En concreto, el arroz analizado está diseñado para resistir el ataque de insectos por lo que posee una proteína denominada ‘Cry1Ac’ para repeler a estos animales. El estudio está avalado por científicos independientes, que alertaron sobre las posibles consecuencias que puede tener sobre la salud.
Greenpeace demanda la retirada inmediata a nivel mundial así como la puesta en marcha de medidas que aseguren que ningún tipo arroz modificado entra en la Unión Europea. La solicitud se contempla con el lanzamiento de un sistema de prevención para aquellos países que tienen un alto riesgo de contaminación.
Hace una semana, la Comisión Europea alertó de la posible presencia en el mercado comunitario de arroz transgénico no autorizado LL601 procedente de Estados Unidos, ya que las importaciones irregulares que se detectaron a mediados de agosto se remontan al menos a enero de 2006, y pidió a los Estados miembros que refuercen los controles para localizar productos contaminados.
La variante de arroz transgénico LL601, producido por la compañía Bayer, no está autorizado en Estados Unidos, donde hay otros tipos que sí están permitidos. Por el contrario, la UE no admite más que el arroz tradicional. El pasado 18 de agosto, Washington comunicó a Bruselas que había detectado rastros de este arroz en su cadena comercial, y que cabía la posibilidad de que también hubiera llegado a la UE.