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INTERVIDA recuerda que casi el 50 por ciento de los menores de 3 años mueren en Perú por desnutrición

16 de septiembre de 2015 | Todas

Madrid 20/01/06. En los últimos años, Perú ha conseguido importantes avances en la reducción de la mortalidad infantil y la desnutrición crónica, pero esta mejoría no ha sido uniforme en todo el territorio nacional. En las áreas rurales de la sierra del sur del país, las tasas de mortalidad infantil duplican ampliamente el promedio nacional –de 33 muertes por mil nacidos vivos–; en Cusco, por ejemplo, este índice se eleva hasta 84 muertes por cada mil nacidos vivos. Las deficiencias nutricionales son responsables de casi el 50% de las muertes infantiles –la mayoría de las cuales se producen en el primer mes de vida– y causan retrasos en el crecimiento y el desarrollo cognitivo de los niños.


 


Según un informe elaborado por la Red Internacional de Grupos Pro Alimentación Infantil (IBFAN), un 13,9% de las muertes infantiles que se producen en América Latina se podrían prevenir con la lactancia materna exclusiva. El abandono de esta práctica está creciendo, poniendo en riesgo y desventaja a las poblaciones más vulnerables.


 


Por otro lado, la anemia en Perú representa un problema de salud pública, especialmente para los niños menores de 3 años y las mujeres en edad fértil o gestantes. Según el Instituto Nacional de Salud, el 70% de los niños de entre 12 y 36 meses de Cusco presenta problemas de anemia, una deficiencia que en Apurímac afecta al 68,3% de la población menor de 3 años y que en Puno se eleva hasta el 85,8% de los bebés. La desnutrición crónica se mantiene en una media nacional del 25,4% pero se intensifica entre los niños del área rural y en los residentes de los departamentos de Cajamarca, Huanuco, Apurímac, Cusco y Huancavelica, donde más del 40% de niños menores de 5 años la padecen.  En gran medida, esto se debe al consumo insuficiente de proteínas de origen animal, además de carencias de micronutrientes fundamentales como vitamina A y hierro, que afectan de forma desproporcionada a niños y mujeres.


 


El cuidado inadecuado en los primeros años de vida del bebé tiene consecuencias graves en el desarrollo futuro del niño. La mayor proporción de crecimiento y desarrollo se produce durante la gestación y los 3 primeros años de vida, cuando se forman el cerebro y otros órganos vitales. Los efectos negativos de la desnutrición crónica, la anemia y la falta de cuidado durante los tres primeros años de vida pueden incluir retrasos cognitivos y psicosociales, los cuales afectan a los logros de aprendizaje, la capacidad de relacionarse con otras personas y, posteriormente, la productividad laboral y la calidad de vida.


 


INTERVIDA trabaja en Perú con diversas comunidades de las zonas más desfavorecidas con el objetivo de mejorar el crecimiento y el desarrollo temprano en 1.700 familias con gestantes y niños menores de 3 años de la comunidad. Concretamente, dentro del Programa de Mejora de las Prácticas Preventivo Promocionales en Salud, hay dos proyectos de estas características. Este programa incluye la lactancia materna como práctica favorable al crecimiento y desarrollo temprano de los menores de 3 años, ya que el aporte nutricional de la leche materna favorece el menor riesgo de morbilidad y mortalidad en estos niños. Además, se tiene en cuenta que el adecuado desarrollo del niño no sólo depende del consumo de alimentos sino del cuidado de la salud y del afecto, y que el cambio de hábitos debe partir de procesos constructivos y participativos con la comunidad.


 


INTERVIDA realiza también cuatro actividades complementarias: la evaluación del crecimiento y el desarrollo temprano, la formación a actores locales, la organización comunal y la vigilancia comunitaria. Aunque los objetivos del programa están enfocados a los niños menores de 3 años y gestantes, el trabajo se lleva a cabo con toda la comunidad, para que sus habitantes promuevan una vigilancia comunitaria que incluya no sólo conocer la situación nutricional de los niños y las madres gestantes, sino que movilice esfuerzos teniendo como prioridad al niño.