Intervida recuerda que el 90% de los indígenas panameños viven en situación de pobreza
Madrid (08/08/2008). En la actualidad se estima que existen más de 370 millones de indígenas en el mundo divididos en, al menos, 5.000 grupos diferentes. Estas poblaciones están seriamente afectadas por la pobreza y viven en condiciones de extrema vulnerabilidad, a pesar de que muchos de ellos habitan en países que cuentan con un índice de desarrollo humano alto. Un ejemplo de ello es Panamá, donde el 10% de su población es indígena y cerca del 90% de ellos viven en pobreza extrema, lo que supone unos índices de pobreza seis veces mayores que el resto de los ciudadanos. Estas brechas también se dan en los más pequeños, ya que, por ejemplo, los niños indígenas de entre 0 y 12 años tienen el doble de probabilidades de vivir en la indigencia que los no indígenas, según datos de Naciones Unidas.
El grupo más numeroso es el de los Ngöbe Buglé, al que pertenece el 59% del total de la población indígena y habitan en la comarca de igual nombre. Según el último Informe Nacional de Desarrollo Humano del Fondo de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la comarca de Ngöbe Buglé registra el índice de desarrollo humano más bajo del país. Es en este área, en concreto en la zona de Kankintú, donde INTERVIDA lleva tres años apoyando un proyecto educativo para 1.200 estudiantes indígenas y 67 profesores que lleva a cabo la ONG Haren Alde de los Padres Agustinos Recoletos.
Esta comarca indígena presenta también la tasa más baja de alfabetismo, con un 44% de su población analfabeta y con un promedio de escolaridad para la población mayor de 15 años de tan sólo 2,8 años. Un problema que sufren las comunidades es la falta de instalaciones educativas -sobre todo en las áreas de difícil acceso- y la falta de materiales escolares. Además, el rendimiento escolar se ve afectado por el estado de desnutrición de los estudiantes, que en Ngöbe Buglé y en el distrito de Kankintú, afecta al 71% de los niños de 6 a 9 años.
Precisamente el proyecto `Apoyo a la educación en el pueblo Ngöbe de Kankintú´, tiene como objetivo facilitar el acceso a una educación y alimentación adecuada a los 1.200 estudiantes indígenas. La colaboración de INTERVIDA a este proyecto finaliza en noviembre y tras tres años de trabajo se ha logrado ampliar y remodelar el colegio San Agustín de Kankintú y proporcionar una alimentación diaria a los alumnos.
El colegio cuenta con tres pabellones nuevos que albergan 15 aulas, cuatro salones multiusos, un área para los docentes y otra para tareas administrativas, así como servicios higiénicos, cocina y comedor nuevos. Por otro lado, se ha dotado a la biblioteca con material escolar y didáctico a disposición de alumnos y profesores. Asimismo, se ha elaborado un libro en lengua Ngöbere sobre la cosmovisión indígena que ya formar parte del material de trabajo en las clases.
Una parte importante del proyecto ha sido la construcción de instalaciones deportivas y de recreación tales como patios para juegos infantiles, canchas deportivas para diversas actividades y un campo de fútbol.
Además, para poder llevarlo a cabo el proyecto 93 jóvenes de la zona fueron formados y capacitados en carpintería y construcción con lo que pudieron acceder a una formación y obtener ingresos gracias a ello.