INTERVIDA trabaja en India con lugares de encuentro para los niños de la calle de la ciudad de Pune
Madrid (20/11/2007). Con motivo del Día Universal de la Infancia, INTERVIDA quiere recordar que las calles de India se convierten a diario en el hogar improvisado de 18 millones de niños que deambulan solos y desamparados en busca de la supervivencia (en el mundo existen 100 millones de niños de la calle según UNICEF). Son menores entre 5 y 18 años que desde que nacen se enfrentan a la pobreza, el abandono o la desestructuración familiar (provocada por el abuso psicológico, sexual o el alcoholismo) y se ven obligados a convertirse rápidamente en adultos.
La mayoría de estos niños viven de lo que obtienen de las limosnas o de trabajar en sectores precarios como el lustrado de calzado o la recolecta de basuras y de papel para su reciclaje. Realizan jornadas laborales de diez horas a cambio de 0,70 euros, ya que muchos tienen que ayudar en la economía familiar.
Esa forma de vida les hace vulnerables a cualquier tipo de violencia, y a menudo, huyendo de la explotación a la que son sometidos en algunos trabajos, se lanzan al hurto, a la prostitución o a la drogadicción.
Como resultado padecen sida, enfermedades de la piel, tuberculosis, hepatitis B y diarreas que se agravan por la falta de condiciones sanitarias y por la escasez de servicios médicos. También sufren problemas psicológicos como sentimientos de culpabilidad, miedo, depresión, inseguridad y estrés que les empujan a introducirse en bandas locales en busca de protección.
Muchos niños no han asistido nunca a la escuela y para ellos resulta difícil ajustarse al currículo y a la disciplina escolar. Además, algunos pequeños nunca han tenido o han perdido su certificado de nacimiento, un documento vital para su existencia legal y su reconocimiento como personas en la sociedad.
Sólo en la ciudad india de Pune, hay aproximadamente 5.000 niños de la calle. INTERVIDA trabaja aquí para construir un futuro mejor para ellos. Con ese propósito, ha puesto al alcance de estos niños lugares de encuentro repartidos por cuatro zonas de Pune. En ellos se les ofrece protección, una comida nutritiva, agua potable y un lugar donde asearse, lejos de la insalubridad de la calle.
Estos centros cuentan con un trabajador social, un psicólogo, un profesor y una enfermera que se encargan de crear un ambiente propicio y de que los menores se sientan motivados a participar y a expresar sus opiniones.
La educación es el elemento más importante para el crecimiento y el desarrollo como persona. INTERVIDA, consciente de ello, ofrece a los niños que acuden a estos centros una enseñanza muy básica sobre escritura, lectura y matemáticas, creada a partir de técnicas muy amenas. Para estos pequeños resulta difícil seguir una explicación formal ya que tienen muy poco trabajada la capacidad de concentración. Aún así, este proyecto busca no dejarles fuera de un proceso educativo que les condenaría al analfabetismo y les da el empujón para continuar con su formación después de su estancia en el centro.
Por otro lado, el equipo de INTERVIDA presta especial atención a actividades recreativas como parte importante en el desarrollo del niño y para canalizar su creatividad. Por ello, se organizan sesiones para despertar su interés a través de canciones, juegos y cuentos. También se ejercita el espíritu de equipo mediante deportes en grupo en la calle.
Un total de 125 niños menores de 18 años acude voluntariamente a diario a estos puntos de encuentro, que están ubicados en las principales áreas de la construcción de Pune (Corporation, Wakdewadi, Dapodi y Jail Road), donde se concentra la mayoría de los niños de la calle.
INTERVIDA trabaja en India desde 1998 con el objetivo de dar a los niños la oportunidad de desarrollarse como personas comprometidas con la sociedad, alejándoles de la violencia y de un futuro nada esperanzador.