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La contaminación que se mantiene oculta

8 de noviembre de 2017 | Medio ambiente

¿Cómo salvar el planeta? Una duda que ahora vuelve a estar en boca de todos. Los principales líderes internacionales se reúnen del 6 al 17 de noviembre en la vigésima tercera cumbre por el clima. En ella, se hablarán de los principales accidentes ambientales que han azotado el mundo como el huracán Harvey o Irma. El gran incendio del oeste estadounidense o el verano que parecía que no iba a terminar nunca.

Uno de los pequeños países que se reúne en la cumbre celebrada en la ciudad Alemana de Bonn, Fiji, situada en el paraíso del Pacífico teme ahogarse con la subida del nivel del mar. De eso trata también de hacer ver esta reunión, no únicamente de lo que ocurre en los países desarrollados, sino de lo que los mismos estamos causando sobre los demás.

Si lo pensamos de manera consciente, una medida de reducción en un país puede ser el desplazamiento y agravamiento de ese problema a otro país. Las chimeneas de las multinacionales se fugaron a escupir humo tóxico a otras calles y a otros países.

La gran mayoría de aparatos tecnológicos se fabrican en países subdesarrollados pero el consumo posterior es occidental y esas emisiones son por lo tanto responsabilidad nuestra. Con estas palabras ha querido concienciar Javier Andaluz, de Ecologistas en Acción.

De la gran trampa apenas existen datos. Stockholm Environment Institute (SEI) calculó que un tercio de todas las emisiones de carbono chinas se deben a la producción de bienes para la exportación. Pero el estudio se publicó en 2009 y comprendía unas mediciones hechas durante los años 2002-2005. A esas nubes de hollín las llamaban emisiones incrustadas.

Tatiana Nuno, de Greenpeace explica: ‘Las Conferencias por el Clima sí que sirven. Lo de París fue histórico. Aunque cueste percibirlo, del espacio de negociación se llegan a acuerdos importantes. A partir de ahora, se actualizarán los compromisos y se hará un seguimiento. La fiebre del planeta es evidente”.

A pesar de todo, toda moneda tiene dos caras y la cruz, la menos visible también ha de estar a la orden del día en cuanto a cumbres como la celebrada. Una mezcla de desilusión y optimismo que espera recuperar beneficios como los del Acuerdo de París del que Estados Unidos ha renegado hace escaso tiempo y en el que se consiguió y luchó mucho por un cambio climático que parece no haber calado profundamente todavía en la conciencia humana.