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La FAO cifra en 1.000 millones las personas mal nutridas

16 de septiembre de 2015 | Todas

Madrid / EP.- El director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Jacques Diouf, alertó este lunes que en 2050 será necesario alimentar a 9.000 millones de personas, por lo que habrá que multiplicar la producción alimentaria. Diouf, a través de un vídeo que se mostró durante la inauguración del VI Congreso de Bioética en Gijón, afirmó que a fecha de hoy hay unos 1.000 millones de personas mal nutridas.

Por este motivo, advirtió sobre la necesidad de hacer un manejo sostenible de los recursos para las generaciones presentes y futuras y confió en un nuevo compromiso político para erradicar el hambre, algo que consideró «una obligación moral» y una condición para el desarrollo social, la paz y la seguridad del mundo.

«La situación actual es inquietante», indicó Diouf antes de poner de manifiesto que en 2007 el número de personas que pasan hambre creció en 75 millones, sobre todo por el aumento del precio de los alimentos. Según los datos de la FAO, se cree que en 2008 ese crecimiento fue de 40 millones de personas. Asimismo, explicó que esta situación se da principalmente en países en desarrollo y grupos vulnerables –niños, mujeres e indígenas–.

Por todo ello, ensalzó iniciativas como la del congreso que se inaugura hoy y que sirve para que se profundice en cuestiones éticas y en la ejecución de políticas agrícolas y de seguridad alimentaria.

El acto inaugural contó también con la intervención del presidente de la Sociedad Internacional de Bioética (SIBI), Marcelo Palacios, organizador del evento, la presidenta de la Junta General del Principado, María Jesús Álvarez, la alcaldesa de Gijón, Paz Fernández Felgueroso, y el rector de la Universidad de Oviedo, Vicente Gotor.

Palacios recordó que el hambre y la pobreza afectan a los países con mayores dificultades y abogó por mover la conciencia de muchos que tiene poder para decidir y no lo hacen, para poner de este modo fin a estas lacras. Para él, no habrá «jamás» divinidad humana sino se acaba con la discriminación.

«Su voz se va a oir, incluso por aquellos que con sus actuaciones parece que no lo quieren oir», dijo a los ponentes y participantes en el congreso, que concluirá el próximo viernes, día en el que se leerá una Declaración de Gijón contra el hambre y la pobreza elaborada por estudiantes de Bachillerato.

Ya antes del Congreso, Palacios, en declaraciones a la prensa, calificó el hambre y la pobreza como «una forma de violencia social permanente», así como «la asignatura pendiente de la divinidad humana».

Palacios indicó que en esos países donde hay más hambre hay también analfabetismo y falta de asistencia sanitaria. El presidente de la SIBI apuntó que el hecho de que cientos de millones de personas pasen hambre es «una plaga y una vergüenza social».

En su opinión, el ser humando está dotado para la razón pero dijo desconocer si era «racional o no», con relación a permitir que millones de personas pasen hambre y que 40.000 niños mueran la día por no dedicar algo menos de 10 céntimos al día.

Por otro lado, destacó que los participantes en el congreso, que son gente «a pie de obra», que conocen el problema. En él participan 75 países y una quincena de instituciones internacionales, con una asistencia de unas 450 personas. Palacios destacó que en Internet hay casi tres millones de referencias a la Web de la SIBI, escrita en nueve idiomas y capaz de llegar potencialmente a 3.000 millones de personas. Además, se envían 18.000 documentos del congreso a 126 países.

Por su parte, la presidenta de la Junta, aludió a la necesidad de la bioética debido a la rapidez de los avances tecnológicos y científicos, que no siempre aseguran «el bienestar de la humanidad». Para ella, se debe garantizar que la libertad de investigación vaya ligada al respeto a la dignidad del ser humano.

Álvarez cree obligado desde la política, las instituciones y los medios de comunicación dar respuesta a estos problemas que van en contra de los derechos humanos. En este sentido, recordó el convenio firmado por la Junta con la SIBI para promover sus actividades.

De investigación y bioética también habló Gotor, quien apuntó que en la Universidad se han creado un Comité de Ética dado que investigan con animales. En él participan el vicerrector de Investigación, representantes de Medicina y alguno del campus gijonés. El rector explicó que está prácticamente en marcha, a falta de algún trámite burocrático.


Gotor apostó por aprovechar la «gran» oportunidad de hacer cambios en la Universidad para que esta sea «socialmente responsable». En este sentido, aludió a la labor del departamento de Cooperación al Desarrollo de la Universidad, que trabaja en el Tercer Mundo, especialmente Latinoamérica, África y Asia. También apoyó el trabajo de la SIBI y su «altruista trabajo para buscar un mundo mejor».

Por su lado, Felgueroso expresó su deseo de que no mermen las aportaciones de los países ricos con la justificación de la crisis, ya que en un mundo globalizado no pueden existir desigualdades. A su juicio, éstas nos afectan a todos «por muy lejos que estén». La regidora concluyo con un fragmento de una obra de Mario Benedetti, fallecido hoy, que habla de la pobreza.