La prevención sigue siendo la mejor arma contra el SIDA
Cayetana Guillén-Cuervo ha viajado recientemente con Ayuda en Acción a Honduras para conocer la situación en la que viven las personas con VIH/Sida. La actriz es la embajadora de la Campaña stop!SIDA, que pretende sensibilizar sobre las consecuencias de esta enfermedad que ha causado más de 25 millones de muertes desde el descubrimiento del primer caso en 1981. Para alzar la voz contra esta situación, Cayetana Guillén-Cuervo y el coordinador de la Campaña stop!SIDA, Alberto Casado, han reincidido en la importancia de garantizar el acceso universal a los medicamentos antirretrovirales y la necesidad de ofrecer una atención integral para las personas que conviven con el VIH/Sida, exigencia que nuestra Organización defenderá en la próxima Conferencia Internacional en Toronto, que tendrá lugar del 13 al 18 de agosto.
Cayetana Guillén-Cuervo compartió la preocupación de Ayuda en Acción Honduras por el incumplimiento de los gobiernos de garantizar el acceso universal a los medicamentos antirretrovirales (ARV). Apoyándose en distintos testimonios de personas que conviven con el VIH/Sida, la embajadora de la Campaña stop!SIDA defendió que “la prevención es fundamental en la lucha contra el sida”.
Asimismo, fue testigo del trabajo de Ayuda en Acción en apoyo a las iniciativas del Foro Nacional de Sida, plataforma que aglutina a varias organizaciones civiles. Con la idea de prevenir el VIH, este Foro realiza capacitaciones colectivas desde un enfoque de derechos humanos, salud sexual y reproductiva, atención integral, acceso a ARV o formación de grupos de autoapoyo.
Entre los trabajos realizados por Ayuda en Acción en Honduras, la actriz y presentadora destacó el realizado en los hogares de acogida para huérfanos del sida en San Pedro Sula, donde se intenta “reforzar la autoestima de los afectados por el sida para que puedan sobrevivir”. Además, en los centros para prostitutas que visitó en Sula encontró a algunas mujeres que «no sabían ni lo que era un preservativo» antes de que comenzara el trabajo de nuestra Organización. “Siendo testigo de la labor de Ayuda en Acción”, Cayetana Guillén-Cuervo añadió que el trabajo relacionado con la prevención del sida es “válido, sólido y sostenible en el tiempo”.
Conquistar derechos básicos
Honduras ocupa el primer lugar de casos de infección de VIH en América Central. Onusida ha alertado de que unos 78.000 hondureños conviven con VIH/Sida de una población total estimada en 7.200.000 personas. En este sentido, Cayetana constató que “la gente está estigmatizada por el hecho de vivir con la enfermedad, por lo que resulta muy difícil conquistar sus derechos básicos”. Concretamente, “a los niños se les ayuda a defenderse del dedo que les señala”, subrayó.
Aparte de la incidencia del VIH/Sida y de la pobreza, Honduras es un país que, según constató Cayetana, tiene un elevado índice de violencia. Las desigualdades por razón de género han provocado una tendencia a la feminización de la epidemia, llegando a constituir la primera causa de muerte entre las mujeres hondureñas entre los 15 y 44 años.
Cayetana Guillén-Cuervo, pese al fracaso de la comunidad internacional por frenar la expansión del VIH/Sida, dejó entreabierta una puerta para la esperanza. “La mínima aportación, ya sea una firma, una manifestación o un apadrinamiento, es muy necesaria”. Por su parte, el responsable de la Campaña sotp!SIDA emplazó a los gobiernos para que el próximo mes de agosto, en el marco de la Cumbre Internacional del Sida en Toronto a la que asistirá Ayuda en Acción, se comprometan a garantizar el acceso universal a los medicamentos.
Tras el reciente viaje a Honduras, Ayuda en Acción constata la doble responsabilidad de los gobiernos: de un lado, el Fondo Global requiere el compromiso de los países ricos para luchar, según los Objetivos del Milenio, contra la expansión de la epidemia de VIH y otras enfermedades; pero, por otro lado, los gobiernos receptores de esa ayuda, como es el caso de Honduras, deben comprometerse con la sostenibilidad de esos proyectos. La voluntad política es indispensable para frenar el círculo vicioso de VIH/Sida, pobreza, analfabetismo, desempleo y muerte.