La UE se marca como objetivo reducir a la mitad la población mundial que gana menos de un dólar al día
Madrid / EP.- El jefe de división para Desarrollo Económico, Infraestructuras, Comercio e Integración Regional de la Unión Europea, Antonio García Fragio, anunció hoy que el objetivo de la UE para 2015 es reducir a la mitad la población mundial que tiene menos de un dólar al día como ingresos.
García Fragio explicó, en los Cursos de Verano de la Universidad de Málaga (UMA), celebrados en Ronda, que la pobreza «es más que falta de capacidad adquisitiva», también es «falta de acceso a los servicios básicos de agua, de electricidad, de educación, de sanidad, etcétera».
Según el jefe de división de Desarrollo Económico de la UE, la ayuda al desarrollo de los países subdesarrollados se basa fundamentalmente en tres grandes objetivos, de los que «el objetivo prioritario es tratar de erradicar o reducir la pobreza en línea con los acuerdos internacionales establecidos a nivel de la ONU».
El segundo es «generar desarrollo sostenible o durable desde el punto de vista económico» y también en «el sentido ecológico o medioambiental», dijo García Fragio. La tercera es «crear las bases para que en esos países mejoren todas las cuestiones relativas a transparencia, buen gobierno, derechos humanos y democracia», que es «lo que permite a una sociedad convertirse en moderna», apuntó.
El ponente describió tres grupos de países europeos en lo que es la «contribución al desarrollo». Por una parte, los que ya están en los niveles del «famoso 0,7 o superiores», es decir, aportar el 0,7 por ciento de la riqueza nacional a los países pobres, como los países escandinavos.
Luego hay «países intermedios», como Bélgica o Austria, que están en torno al 0,5 por ciento, mientras que en el tercer grupo se encuentran España o Francia, que están en torno al 0,3 o 0,4 por ciento, según explicó García Fragio. Estos países «han avanzado mucho en cooperación al desarrollo», pero «todavía están lejos en esfuerzo por habitante».
De todas formas, Europa en su conjunto «aporta más de la mitad del total de la ayuda oficial al desarrollo y casi el doble que Estados Unidos», por lo que «el esfuerzo por habitante medio en Europa es muy superior» al de algunos países ricos como EEUU o Japón.
En este sentido, García Fragio definió a la UE como «una casa de vecinos», en la que cada uno se comporta de una manera, a lo que añadió que «hay vecinos que quizá necesiten mas esfuerzo en ciertas cuestiones de transparencia y de buen gobierno», mientras que otros lo necesitan «en términos de políticas sociales, de actividad económica o por exceso de competitividad».
En cuanto al tema de la inmigración, García Fragio comentó que es «una cuestión global» en la que lo primero es «tratar de generar en esos países las condiciones para que no haya la motivación por emigrar». Para ello, hace falta «desarrollo económico en infraestructuras, apoyo al sector privado, políticas de generación de riqueza y de facilitación del comercio entre países del sur».