La violencia de género ha disminuido en España pero se temen casos peores
EP/Madrid
El Instituto de la Mujer ha detectado un descenso de la violencia de género en España, pero teme que se produzcan casos de «mayor virulencia» a consecuencia de las medidas represivas puestas en marcha desde los poderes públicos y el ejercicio de los derechos por parte de las mujeres maltratadas, según informó hoy la responsable de este departamento Rosa María Peris.
El Instituto de la Mujer está ultimando los resultados de una reciente macroencuesta para conocer el pulso del maltrato a las mujeres en la sociedad española. «Les puedo decir que los primeros datos de la macroencuesta son positivos; por tanto, como país estamos avanzando», destacó en el marco de un curso sobre violencia de género organizado por la Dirección General de la Policía.
Peris no adelantó los datos de la encuesta (será presentada en próximas fechas), pero aseguró a los periodistas que revelan un incremento del rechazo de la sociedad hacia este problema y un descenso general de esta manifestación de violencia.
A pesar de ello, al igual que la Fiscal de sala delegada contra la violencia sobre la mujer, Soledad Cazorla, la responsable del Instituto de la Mujer entiende que «podemos estar enfrentándonos a un proceso de virulencia» de los casos de malos tratos a las mujeres, y así se lo trasladó a los policías y guardias civiles asistentes al curso.
«En la medida de que se cerca el espacio al agresor y las mujeres son más conscientes de sus derechos, se rebelan más (…) por ello podrán vivirse episodios de mucha más violencia», destacó. De hecho, apuntó que el 40 por ciento de las mujeres que pierden la vida por malos tratos, lo hacen tras romper la relación con su agresor.
El Instituto de la Mujer entiende que se debe producir un punto de inflexión sobre este problema en la sociedad, pero aún no prevé cuándo llegará ese momento. Por ello, apuesta por poner en marcha las medidas de prevención y sensibilidad que prevé la Ley Integral de Medidas contra los malo tratos, así como las herramientas punitivas y de represión ya aprobadas.
Según sus datos, durante el primer trimestre de 2006, un total de 21 mujeres fallecieron a manos de su pareja o expareja, lo que le convierte en el ‘más sangriento’ desde 1999, primer año en el que se empezaron a contabilizar este tipo de casos. Peris reconoce la gravedad de esta cifra, pero señala la necesidad de esperar a conocer la evolución global a lo largo del año para realizar una valoración.
Denunciar al agresor
La última macroencuesta del Instituto de la Mujer señala que menos de la mitad de las mujeres que sufren malos tratos se reconocen víctimas de este tipo de violencia. Sobre este punto, Peris pidió a los miembros de la Policía y Guardia Civil que intenten comprender los motivos que les impiden denunciar: falta de perspectiva económica, dependencia total del agresor, falta de formación, temor a las represalias y prejuicios sociales.
Peris advierte de que estas mujeres pueden tener dificultades a reconocer ha fracasado su proyecto vital con su pareja. «Si no nos ponemos en su piel no las vamos a ayudar; y ahí ustedes tienen un papel muy importante», destacó. La responsable del Instituto de la Mujer concluyó agradeciendo su labor a los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en la lucha contra este problema «para hacer una sociedad más democrática».