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Las mayores donaciones de ayuda al desarrollo provienen de la UE

16 de septiembre de 2015 | Todas

EP/Madrid
El Centro de Estudios de Cooperación y Desarrollo (CECOD) presentó con el apoyo de la Secretaría de Estado de Cooperación Internacional del Ministerio de Asuntos Exteriores y con la colaboración de la representación en España de la Comisión Europea el quinto ‘Informe anual 2005 sobre la Política de Desarrollo de la Comunidad Europea y la Ejecución de la Ayuda Exterior en 2004’, destacando que los Veinticinco y la Comisión Europea son actualmente el mayor donante mundial en materia de ayuda al desarrollo.

El informe, presentado de mano del director general de EuropeAid, Koos Richelle, ofrece una visión general de las iniciativas políticas de la Unión Europea y del conjunto de actividades realizadas en materia de cooperación al desarrollo y ayuda exterior durante el año 2004.

Richelle destacó la relevancia creciente de las políticas europeas en materia de ayuda al desarrollo y subrayó el liderazgo de la Unión Europea entre los países donantes. Los Veinticinco junto con la Comisión Europea son el mayor donante de ayuda del mundo con la aportación del 55 por ciento del total de las ayudas.

El director de EuropeAid destacó que aunque «vivimos en un mundo imperfecto» la labor que actualmente realiza la Unión Europea en la materia de ayuda al desarrollo es una fuente de inspiración y una vía para ir erradicando los problemas con los que se topan centenares de países. Richelle destacó 2004 como el año récord en materias clave de la ayuda al desarrollo tales como el balance entre compromisos alcanzados, contratos cumplidos, pagos realizados y velocidad de implementación.

La visibilidad de las acciones cometidas «es una gran tarea», según destacó Richelle, que argumentó que actualmente la ayuda de la Unión Europea para en manos de más de 160 países, territorios y organizaciones y comprende un fondo global de más de 10.000 millones de euros destinados a diferentes acciones y programas.

Asimismo, Richelle destacó que las acciones de la Unión Europea en materia de cooperación y ayuda se dividen en dos programas fundamentales: los temáticos y geográficos. Entre los proyectos espaciales destacó la importancia de zonas como África, Caribe y Pacífico, añadiendo la delicada situación de América Latina que debe ser en un futuro mayor receptora de fondos.

Por su parte, entre las áreas temáticas de actuación de la ayuda al desarrollo europea destacó materias como la salud, infraestructuras, instalaciones de agua y energía o las misiones de observación de elecciones que la Unión Europea está realizando en varios países.

Entre los objetivos más importantes, Richelle destacó la coherencia, la coordinación y la complementariedad como los pilares fundamentales de las políticas aplicadas en la materia de ayuda al desarrollo. Destacó que la primera de ellas, la coherencia «empieza en casa», mientras que las otras dos son factores comunes.

Al mismo tiempo señaló que el reto más importante de la ayuda al desarrollo es enfrentarse a los desafíos globales del siglo XXI, tales como la erradicación de la pobreza, la promoción de paz, los Derechos Humanos y el desarrollo sostenible en todo el mundo.

«España quiere hacer más Europa

Por su parte, el secretario general de la Agencia Española de Cooperación Internacional, Juan Pablo de Laiglesia, destacó el papel de España en la materia de la ayuda al desarrollo afirmando que cada vez más forma parte del centro de la política exterior del Gobierno y es «un deber irrenunciable».

Asimismo, afirmó que España dedica actualmente un 0,3 por ciento del Producto Interior Brutto (PIB) a las actividades reunidas bajo el concepto global de ayuda al desarrollo y cooperación e indicó que la meta más inmediata es llegar a un 0,7 por ciento del PIB en 2012.

Entre las necesidades más visibles e inmediatas de las políticas de ayuda al desarrollo, De Laiglesia destacó la mejora de la eficacia y del compromiso, el alineamiento, la complementariedad entre donantes y la coherencia de las propias políticas a implementar.

Subrayó que la búsqueda de calidad y eficacia tiene que estar inmersa en un marco más amplio, destacando la necesidad de fraguar unas líneas conjuntas de acciones entre la Unión Europea y España. En este sentido, indicó que son tres los principios en las que debe basarse una política de ayuda al desarrollo sólida y perfilada: «armonización de las políticas, la coordinación institucional y la complementariedad para evitar solapamientos» que puedan obstruir las acciones.

De Laiglesia subrayó que «España quiere hacer más Europa» e hizo un especial hincapié en la necesidad de realizar mayores contribuciones en América Latina a gran escala.