Las víctimas del seísmo de Java siguen en aumento, dos semanas después
EP/Madrid
Mientras se habla ya de más de 6.000 muertos y de cientos de miles de personas sin hogar o desplazados, la actividad del volcán Merapi hace temer lo peor. Acción contra el Hambre movilizó el pasado fin de semana a sus cooperantes en el terreno para evaluar las necesidades más urgentes y envió un equipo de refuerzo acaba para ayudar en las actividades de saneamiento y ayuda alimentaria en tres subdistrictos.
El seísmo del pasado 27 de mayo causó importantes daños materiales, y en algunas zonas, más del 80% de las casas quedaron total o parcialmente destruidas. En las zonas urbanas las redes de agua quedaron muy dañadas y la mayor parte de instalaciones sanitarias conllevan ahora un alto riesgo de contaminación de las aguas subterráneas, según la organización.
Las poblaciones más aisladas tienen problemas de acceso a alimentos y agua potable. Su situación alimentaria y sanitaria podría degradarse muy rápidamente en los próximos días. Durante los días que siguieron al desastre se puso en marcha una importante ayuda que surgió de forma espontánea por parte de los afectados.
Acción contra el Hambre ha centrado su ayuda en los más vulnerables entre los damnificados y va a asegurar las necesidades básicas (alimentos, agua y saneamiento) a unas 50.000 personas en tres subdistritos de difícil acceso, uno en Bantul y dos en Klaten.
Se distribuirán BP5 (galletas concentradas con alto nivel nutritivo) a las familias con niños, agua potable y kits de emergencia. La organización evaluará también la situación nutricional y las consecuencias psicosociales del choque para abordar las necesidades que siguen a los primeros momentos de la emergencia.
