Más de 1.300 personas son voluntarias en hospitales
Madrid es una de las ciudades en las que más voluntarios en hospitales hay. Según FEVOCAM, la Plataforma de Entidades de Voluntariado de la Comunidad de Madrid, unos 1.350 participan en los programas de apoyo de los 30 hospitales madrileños a través de ONGs como la Asociación Española contra el Cáncer o Menudos Corazones.
Los voluntarios que acuden a los hospitales y forman parte de una ONG son formadas específicamente para la labor altruista que van a desempeñar en él. Estas personas suelen tener un elevado compromiso con la actividad en cuestión y, además, presentan un alto grado de empatía, una buena actitud, positivismo y capacidad de escucha.
Las actividades que desempeñan estos voluntarios son muy variadas y dependen de las necesidades que precise el enfermo o su familia. Por ejemplo, en el caso de enfermos de larga estancia en los centros, pueden realizar labores de acompañamiento al paciente para que sus familiares puedan descansar. Además, también ayudan a aquellas personas que no tienen familia (o no tienen contacto con ella) ayudando a mejorar el día a día de éstos en los hospitales.
Por otro lado, algunos voluntarios -como los de la ONG Desarrollo y Asistencia– escuchan a los pacientes y tratan de reconfortarlos ante la situación que están viviendo. Se interesan por los enfermos y sus familiares y tratan de rebajar la tensión o el choque que supone estar en un hospital comprendiéndolos, apoyándolos y mitigando su ansiedad.
También hay voluntarios que, con su labor, animan y entretienen a los más pequeños: realizan cuentacuentos, teatros, manualidades y otros talleres que, en definitiva,están pensados para que los niños se olviden por unas horas de que están internados en un hospital. Además, ayudan a los padres con terapias y charlas en las que se comparten experiencias.
Por último, los voluntarios también realizan labores administrativas ayudando a agilizar trámites o gestiones e intermediando entre el equipo médico y las familias de los pacientes.
En definitiva, todas estas acciones ayudan a mejorar la calidad de vida de los enfermos, a mejorar su situación en el hospital y a tratar de orientar a las familias en estos delicados momentos.
