MSF advierte de los posibles problemas para atender a los refugiados somalíes en Etiopía
La ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) ha advertido de los graves problemas que pueden surgir para atender las necesidades de los refugiados somalíes en los campamentos del sur de Etiopía debido a la falta de ayuda y recursos. Y es que, los índices de malnutrición y mortalidad en los campos de refugiados etíopes están cerca de alcanzar los niveles de crisis. Según Wojciech Asztabski, coordinador de proyectos de MSF, la capacidad de recibir a más personas y proporcionarles alimentos, atención nutricional, atención médica, agua y unas buenas condiciones sanitarias son insuficientes.
Actualmente los campamentos acogen a unos 130.000 refugiados procedentes de Somalia, la mayoría huyen del conflicto armado que asola la región y la crisis alimentaria provocada por la falta de lluvias. En las últimas semanas, el número de refugiados que cruzan la frontera para entrar en Etiopía ha aumentado a unos 300 al día, una cifra que no se registraba desde el pasado mes de julio. Un incremento que como afirman desde MSF, indica que la gente en Somalia sigue estando en una situación muy vulnerable.
Una mujer somalí de 39 años, recién llegada a los campos de refugiados somalíes cuenta como se vio obligada a emigrar debido al hambre y los enfrentamientos armados. Junto con sus cuatro hijos se vio obligada a viajar sola durante siete días y siete noches. Uno de sus hijos, exhausto tras el viaje, está muy enfermo y no puede comer.
Se espera que en las próximas semanas lleguen miles de personas a Etiopía. “El centro de recepción y el campamento de tránsito, donde se queda la gente hasta que se les asigna un alojamiento en uno de los campos de refugiados se está llenando rápidamente”, asegura Asztabski.
En el campamento de tránsito viven ahora más de 6.000 personas, una cifra que se incrementará en varios miles de personas durante los próximos días y semanas. Asztabski insiste en la necesidad de más capacidad, de letrinas y de agua potable para atender a los nuevos refugiados que día a día llegan a Etiopía huyendo de la sequía que afecta a la región del Cuerno de África. Una sequía que está teniendo efectos dramáticos sobre los somalíes, que sufren desde hace 20 años un conflicto armado y carecen de los servicios más básicos de ayuda y atención.