Llega a Ecuador el equipo de atención psicológica de Médicos del Mundo
Portoviejo, en la provincia ecuatoriana de Manabí, ha recibido recientemente a un equipo de psicólogos de la ONG Médicos del Mundo que llegan para ayudar a los afectados por el terremoto sufrido por el país el pasado 16 de abril. 35.000 personas se vieron afectadas por la catástrofe, perdiendo a familiares, amigos, quedándose sin hogar, sin infraestructuras sociales, sanitarias, civiles…
Tan importante como la salud física es la mental. Así, muchas de las víctimas han quedado traumatizadas y están sufriendo un duro proceso hasta asimilar lo ocurrido y la situación actual. De ahí la importancia de contar con profesionales cualificados para aliviarles emocionalmente y darles herramientas para afrontar su futuro, una necesidad que han visto desde el Gobierno del país y que por fin ha obtenido respuesta. “Una de las tareas en al intervención psicosocial tiene como finalidad dar un respiro emocional a quienes estuvieron desde el primer minuto apoyando a la población. Es importante que quien cuida, se cuide”, explica Betty Roca, coordinadora de Médicos del Mundo en tierras ecuatorianas.
En total se han desplazado cuatro psicólogos y un logista que han mantenido sesiones con 149 profesionales de salud de Portoviejo. Se les ha formado en salud mental y apoyo psicosocial en situaciones de emergencia tanto a estos como a otros colectivos que suelen operar cuando suceden catástrofes de estas magnitudes, como son los miembros de las Fuerzas Armadas, docentes y otros profesionales.
Los grupos más vulnerables a los que hay que prestarle atención son las mujeres, las personas mayores y los más pequeños, los niños y las niñas. Se han destruido alrededor de 7.000 hogares por lo que en torno a 20.000 personas siguen alojadas en albergues, una realidad que no es fácil de asimilar para determinados perfiles.
Numerosos afectados sufren en estos momentos de estrés postraumático, de ahí que la organización apueste por dar sesiones que se han bautizado como de ‘descarga emocional’. Se trata de ayudarles a entender que no son culpables de nada. Muchos se echan en cara no haber podido salvar algunas vidas. A continuación han de superar el trance para poder seguir adelante pese a las adversidades.