Entreculturas apuesta un año más por ‘educar’ en solidaridad
La infancia es un momento perfecto para enseñar a los más pequeños la importancia de respetar todas las culturas y el valor que tiene la empatía con otras personas que viven situaciones diferentes a las propias. Entreculturas está llevando a cabo una acción que este año cumple 15 años: la Red Solidaria de Jóvenes de Entreculturas. Bajo el lema ‘un mundo de alternativas para sanar la Tierra’, jóvenes y docentes de Extremadura, Murcia, León, Andalucía y Valencia se han estrenado este curso 2016/2017 que seguro reportará muchos beneficios a los participantes.
Ha tenido lugar ya la primera asamblea, una jornada en la que los participantes han identificado alternativas que pueden ponerse en práctica para transformar las relaciones de poder y los hábitos de consumo. “Queremos transmitir que las formas de organización social son creaciones humanas susceptibles de cambios y que hay cuestiones en el modelo actual que generan pobreza y desigualdades”, explica Jessica García,que forma parte del área de Ciudadanía de Entreculturas.
La sesión transcurrió entre juegos, dinámicas y con la entrega de material audiovisual que pretenden demostrar a los niños que se pueden cambiar las cosas. “No podemos cruzarnos de brazos. Todos y todas podemos y debemos hacer algo. A veces, con pequeños cambios que hagamos en nuestra vida ya estamos haciendo mucho”, señala Jessica.
Una vez finalizó el fin de semana durante el que se celebró esta asamblea de inicio de curso, todos los participantes de la Red Solidaria de Jóvenes de Entreculturas elaboraron un listado de cosas que pueden ponerse en práctica para que haya cosas que vayan cambiando paulatinamente. Estas pasarán a la realidad durante el curso que apenas se ha empezado hace mes y medio.
Entreculturas considera este programa como parte fundamental de sus planes anuales. Consideran vital formar tanto a los pequeños como a los docentes, pues estos son los que pueden hacer que se remuevan conciencias desde la más tierna infancia. En un futuro será posible que haya jóvenes más solidarios y comprometidos con la realidad del mundo en el que viven. Todo esto se canaliza a través de una especie de ‘escuela para profesores’, una zona dedicada a los docentes, a formarlos y trasladarles conocimientos y herramientas que pueden serle de utilidad para la consecución de estos fines.