Reducción de las ayudas a los afganos
El último comunicado del programa Mundial de Alimentos (PAM) ha sido desolador. La falta de fondos que está viviendo la organización hace que su ayuda no llegue a todos y deba dedicar los recursos disponibles a aquellos que se encuentran en zonas de riesgo y por lo tanto en situaciones más vulnerables. Con ello son millones los afganos los que pasan a vivir momentos precarios.
Este organismo de la ONU ha comenzado este mes de junio a reducir el número de raciones que da en los colegios, las actividades de “comida a cambio de formación” y los programas de “comida a cambio de trabajo” en aproximadamente la mitad de las 34 provincias afganas.
En un principio, el PAM pretendía alimentar a más de 7 millones de personas en Afganistán en 2011, pero los donantes no han aportado la financiación necesaria y este año solo podrá asistir a unos 3,8 millones de personas.
Pese al bache financiero, desde el programa Mundial de Alimentos insisten en que esperan volver a la normalidad pronto, para ello harán todo lo que esté en sus manos para conseguir los fondos necesarios para restablecer todas sus actividades lo antes posible.
Con este entusiasmo a buen seguro que el PAM pronto podrá seguir asistiendo a todos los afectados por el conflicto y los desastres naturales, ofreciendo ayuda nutricional especializada a madres y niños y entregando comida a los enfermos de tuberculosis y sus familias.