Secuelas irreparables por el racismo y la xenofobia
El racismo, la xenofobia o los episodios de odio pueden causar daños irreparables en los niños. Así lo afirma el manual “Formación para la prevención y detección del racismo, la xenofobia y formas conexas de intolerancia en las aulas” llevado a cabo por los Ministerios de Empleo y Seguridad Social y de Educación, Cultura y Deporte.
En él se puede ver un diagnóstico de la situación actual en España y, además, también incluye un manual de buenas prácticas dirigido especialmente a los profesores, con el objetivo de que hagan una detección temprana de este tipo de problemas en las aulas.
Según se explica en este trabajo, un episodio de odio, racismo o xenofobia puede tener secuelas graves en un niño. Si es menor de cinco años, edad en la que el cerebro no se ha desarrollado por completo, puede ocasionar una alteración en el desarrollo de las vías nerviosas; mientras que para niños de esta edad en adelante, las secuelas emocionales pueden permanecer toda la vida.
Estas malas experiencias, que afectan también a la familia de la víctima, pueden ocasionar una merma en su autoestima y desencadenar comportamientos violentos o de extrema vigilancia por parte del afectado.
A pesar de que cada niño experimenta de una manera estos hechos, el manual señala que con sólo un episodio xenófobo un niño puede sufrir secuelas. Éstas son muy variadas: insomnio, ansiedad, dolores de cabeza, problemas gastrointestinales, aislamiento, miedo, depresión…
En lo que se refiere a los profesores, este trabajo aconseja que no ignoren estos problemas. Proponen a los docentes que traten de hablar con todos los implicados (sin involucrar a sus padres y por separado) y que den al afectado protección para hacerle sentir seguro.
Realizar trabajos en clase en los que participen niños de todas las culturas, razas o religiones puede ser beneficioso para evitar estos problemas de odio y xenofobia en el futuro.
