Sólo 201 personas recibieron el estatuto de refugiado en España en 2005
EP/Madrid
Durante 2005, sólo 201 personas recibieron en España el estatuto de refugiado del total de 5.254 solicitudes, un 4 por ciento del total de peticiones. El presidente de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), Ignacio Díaz de Aguilar, calificó los datos de «fuera de todo sentido común», y denunció que «algo no funciona bien» si del total de 800.000 extranjeros que entraron en España el año pasado sólo se admitieron a trámite cinco mil solicitudes, un décima parte de las que se tramitan en Francia (50.050 anuales).
Así lo expresó en la presentación del Informe Anual de la asociación, donde criticó el «carácter restrictivo» de la consideración de refugiado que hace el Gobierno español, «propio de la Guerra Fría» e insensible a las «nuevas formas de refugiados, como los motivados por el cambio climático». El porcentaje de aceptación de solicitudes, sin embargo, aumentó con respecto a 2004, al ser admitidas el 42 por ciento frente al 23 por ciento de 2004. El plazo medio de solución de los expedientes ronda los 14 meses, según CEAR.
Las solicitudes de asilo, por países, fueron mayoritariamente originadas desde Colombia (1.655), Nigeria (726) y Argelia (406), la mayoría de ellas en Madrid (56,99 por ciento) y el 24,49 por ciento en Ceuta. España se encuentra «entre los últimos lugares en el mundo» en concesión de asilo con un 5 por ciento de las solicitudes, «y en cifras irrisorias de peticiones tramitadas», apuntó Mauricio Valente, coordinador del informe.
El presidente de CEAR afirmó en rueda de prensa que el reducido número de solicitudes se debe al fenómeno de la «externalización de fronteras» más allá de la UE como consecuencia de acuerdos con terceros países, que imponen leyes de extranjería más duras que las de la propia Unión. En este sentido, puso como ejemplo a Marruecos, que, tras la crisis de la valla de Ceuta, «impuso leyes sin ninguna protección de los refugiados, a los que llegó a expulsar al desierto», dijo.
«La fronteras de la UE ya no están en Ceuta o en Canarias, sino en Mauritania, y eso ha provocado la desprotección de refugiados que huyen de países en conflicto, y eso no elimina la corresponsabilidad de la UE con estas personas ni en una de las mayores crisis humanitarias» de la UE en 20 años. Para Díaz de Aguilar, se da la «paradoja» que por primera vez el año pasado la UE aprobó avances en materia de reconocimiento de nuevas situaciones de persecución y nuevos supuestos como la persecución de género o por orientación sexual y no sólo política.
Graves dificultades
«Hay una interpretación más flexible pero graves dificultades prácticas para lograr el estatus de refugiado», señaló, y puso como ejemplo el de refugiados que han pasado antes de entrar en España por un tercer país que se considera «seguro» y a los que se les niega el asilo. El primer paso tras la solicitud es la llamada «inadmisión a trámite», en la que, según el presidente de CEAR «se rechazan el 50 por ciento de los casos de media» y luego se entra en el proceso «complicado y laborioso de acreditación documental y la situación transitoria» hasta la aceptación o el rechazo de la solicitud.
Los representantes de la asociación hicieron hincapié en una de las categorías de refugiado más numerosas en la actualidad, la de «medioambiental», provocada por el cambio climático, que afecta al ecosistema donde viven especialmente comunidades indígenas y que ya representa, según datos de la ONU, el 60 por ciento de los movimientos migratorios humanos, categoría de refugiado que no reconoce la legislación española.