Un frigorífico en la calle para que coman los indigentes
*Fotografía de Facebook de Pappadavada
A diario vemos cómo supermercados, restaurantes y hogares tiran a la basura comida en buen estado sólo por el hecho de que caduque ese día o, en el caso de frutas o envases, tengan algún golpe o roce. Esta comida, que a priori está en buen estado, se mezcla con otro tipo de residuos y, por lo general, pasa a quedar contaminada y no es apta para el consumo.
A pesar de esto, millones de personas en todo el mundo rebuscan en los contenedores de basura buscando algo que llevarse al estómago, sin pensar que esa comida puede afectar a su salud. Aunque ya se ha solicitado a través de peticiones, y en muchos países los supermercados deben donar los excedentes de comida por ley, en España, al igual que en otros muchos lugares, se siguen desperdiciando miles de kilos de comida al año.
Harta de ver cómo vagabundos e indigentes no tenían que comer, la dueña del restaurante y tienda Pappadavada, en la India, colocó un frigorífico en el exterior de su local para el que el que lo desee, pueda depositar comida para que los que más necesitados la cojan.
Esta nevera, a la que han llamado «El árbol de la bondad», está disponible las 24 horas del día durante los siete días de la semana y en ella, todos los vecinos, y ella misma, están dejando comida que después recogen personas necesitadas.
El único requisito para dejar comida en este frigorífico es etiquetar la comida con la fecha en la que se ha depositado en la nevera, para evitar que esté en mal estado y alguien la consuma. La propia dueña del local asegura que cada día deja entre 75 y 80 raciones, que siempre es bien recibida por los indigentes, que vacían la nevera cada día.
Según Minu Pauline, propietaria del local que tuvo esta maravillosa idea, lo que busca no es que la gente compre productos para dárselos a los demás, sino basarse en el hecho de que todo se puede aprovechar y de que no hay que derrochar, pues mucha gente lo está pasando mal.
Esta iniciativa ha sido todo un éxito y, cada día, suele haber entre 200 y 300 raciones en este frigorífico que se agotan antes de que termine la jornada.
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