!Unidos por los niños del Congo!
La ONG Manos Unidas celebró el pasado sábado 18 de febrero su tradicional encuentro cena en el colegio Madres Escolapias, de la ciudad de Igualada. Esta vez el encuentro tuvo la peculiaridad de presentar el testimonio, en palabras y concierto musical de Sembradores Sin Fronteras, ONG., entidad que también tiene sus sede en la capital de La Noia, y que lleva sus proyectos de promoción y desarrollo humano fundamentalmente en la República Dominicana, en donde el Igualadino Ramón Paradell Robert, e.p.d fundó, junto a su hijo Rafael, el 20 de abril 1981, la hoy Asociación Pública de Fieles Sembrador Mañanero.
A ritmo de bossa nova, el grupo musical Sembradores Sin Fronteras, encabezado por su director musical José Ramón Paradell Díaz interpretó Ha llegado el Sembrador, pieza que recuerda la llegada del sembrador, en el marco de una historia de un emigrante catalán que hace de sus días expresión de amor inspirado en una trayectoria de servicio, como bien describía el maestro de ceremonia al citar acontecimientos de su existencia. Despierten a los Vecinos, en toque de cumbia, adentraba a los participantes en las condiciones de la vecindad que hizo de la historia del programa radial Sembrador Mañanero, el despertador de cada día, orientando así las vidas de muchos que entraban en sintonía con la acción apostólica que tuvo sus inicios y continua hoy su pauta en la estación Radio ABC, de la ciudad de Santo Domingo, cada día a las 5:30 a.m.
Se canta por los niños del Congo, necesitan una guardería, suenan los tambores, la percusión, repican en tumbadoras y gongó, interviene el piano, las cuerdas en guitarras y en el bajo, el toque de la campana y la guira, se canta sin fronteras porque el dolor y la necesidad humana, claman de nosotros, manos unidas para la siembra de un mundo de esperanzas.
Es una ambiente especial, porque esta vez se ha invitado a otra entidad que desea contar historias de solidaridad, inspiradas en la vida y obra de un emigrante catalán que se fue en agosto de 1947 a América, concretamente a la República Dominicana, justo al lado de uno de los países más pobres del mundo (Haití) y también con significativo número de población marginada, en la secuela de lo que fue un descubrimiento que en tiempos coloniales no sólo extrajo el jugo de la azúcar en la caña, sino también el jugo de las vidas de poblaciones enteras desenraizadas del África continental para crear un espacio de áfrica insular.
Sembradores Sin Fronteras, en su expresión musical que dirige el maestro José Ramón Paradell Díaz, acompañado por Abel Jiménez en los teclados, Nelson Abreu, Antonio Paradell, Isidro Prat y Juan Pablo Abreu, recogía canciones unas veces de la autoría de los hijos del emigrante igualadino, otras veces de personas que le conocieron y valoraron su ejemplo de servicio, de entrega, de generosidad.
En forma de balada el grupo musical interpretó Bodas de Plata, pieza que recoge el aspecto espiritual, étnico, social y humano de quienes se sienten llamados a sembrar el bien sin fronteras, venciendo el mal a cómo dé lugar y al estilo del igualadino Ramón Paradell Robert, citado en la interpretación que se hace propicia para ocasiones litúrgicas.
¡Muchas otras interpretaciones se disfrutaron en el ambiente igualadino de las manos unidas para hacer el bien! Vamos Pueblo, Murió Sembrando y Cruz de Madera, entre otras canciones, despertaron el gozo y el conocimiento de la historia del igualadino Ramón Paradell Robert, cuya única hermana sobreviviente generacional, Carmeta Paradell Robert, se encontraba de forma discreta, en el lado extremo al escenario. Allí también sobrinos de varias generaciones, nietos de Ramón y gente del pueblo igualadino que de una forma u otra recordaron a un viejo roble, de la estirpe del Gremio de Traginers d´Igualada, que como lo fue su padre, su abuelo, sus hermanos y tantos otros de sus antepasados, valoró la cultura y la tradición catalana, sabiendo también que debía hacer historia de siembra en tierras de América.