¡Firma contra la deforestación!

A pesar de que los bosques son imprescindibles para el planeta, la deforestación -o árboles talados- crece a un nivel vertiginoso cada año.

Según las Naciones Unidas, unos 1.600 millones de personas dependen directamente de los árboles para poder realizar su trabajo y, en consonancia, sobrevivir. Además, estos mismos bosques son esenciales para miles de especies animales que viven, se alimentan y se reproducen en ellos.

Al año se fusilan unos 13 millones de hectáreas de bosques lo que hace que, además, se hagan emisiones de CO2 a la atmósfera, algo que ayuda a que la contaminación del planeta sea cada vez mayor y a propiciar lo que se conoce como efecto invernadero.

En América Latina es en uno de los lugares en los que la deforestación es más grave. En este proceso, incluso el agua se ve afectada, ya que se produce una pérdida de calidad de la misma cuanto más se erosionan los suelos.

Debido a la laxitud de las leyes y a la ausencia de restricciones que prohíban la tala, en muchas de estas zonas de América Latina, como Uruguay o Paraguay, la deforestación se está llevando al extremo y está afectando, incluso, a los ecosistemas.

El tráfico de maderas o la venta de los suelos hacen que muchas personas corten árboles sin pensar en las consecuencias, pero lo cierto es que miles de especies se quedan sin un cobijo, sin alimento y sin un lugar en el que vivir.

Las comunidades indígenas, además, están siendo las grandes afectadas por esta deforestación extrema que crece cada año. Éstos ven cómo su hogar se derrumba y poco pueden hacer por combatirlo.

Ruego que los Gobiernos de estos países y organizaciones como la FAO hagan algo por frenar esta tala indiscriminada. Nos estamos cargando los pulmones del planeta y, si no luchamos contra ello y seguimos contaminando al mismo nivel, pronto el mundo dejará de parecerse a lo que hemos conocido hasta ahora.

¡Firma contra la deforestación! ¡Los bosques y el planeta te lo agradecerán!