¡Que se prohíba la mano de obra infantil!

Según Unicef, en 2014, y sólo en la República Democrática del Congo (RDC), había unos 40.000 niños trabajando en las minas. La mayoría de ellos trabaja en las minas de extracción de cobalto, material con el que después fabrican las baterías de los móviles que utilizamos.

Apple, Sony, Samsung… Se ha descubierto que todas las compañías están manchadas por estos hechos. Aunque la mayoría de ocasiones se excusan alegando que no son las culpables de que las empresas que trabajan para ellos utilicen esta mano de obra infantil, creo que deberían ser consecuentes con sus actos e investigar que las condiciones en las que se fabrican sus teléfonos sean lo más respetuosas posibles.

Las condiciones en las que se extrae el cobalto en estas minas son deplorables. Los adultos pasan por auténticas calamidades y ponen en peligro su vida, trabajando sin protecciones que les protejan de enfermedades pulmonares o cutáneas. Los niños, por su parte, son explotados porque su pequeño tamaño les permite llegar a zonas inaccesibles para un adulto y a cambio, reciben uno o dos dólares al día por jornadas de hasta 12 horas. Algunos, incluso, llegan a pasar 24 horas bajo tierra no pudiendo salir ni para ir al baño.

Lamentablemente todos nosotros, cuando compramos nuestros ordenadores, tabletas o móviles estamos contribuyendo a la explotación de los menores de edad. Inconscientemente, reclamando móviles cada vez más finos y con baterías más duraderas condenamos a todos estos niños africanos.

Aunque se está pidiendo a las compañías tecnológicas que se elimine la mano de obra infantil en la fabricación de sus productos y ellas aseguran que 100% lo cumplen, hasta que no investiguen a fondo cómo son las condiciones de sus proveedores no se podrá decir que tienen las manos limpias.

¡Que las empresas que no respeten los derechos de los niños paguen por ello! Pido a las ONGs que lo investiguen y lo hagan saber ante la ONU y los Gobiernos. ¡No a la explotación infantil!